Cómo contribuyen los edificios sostenibles a frenar el cambio climático
¿Has escuchado el término “síndrome del edificio enfermo”?
Se refiere a ciertos síntomas y enfermedades que atraviesan muchas personas que conviven en espacios cerrados y contaminados. Este es uno de los problemas más comunes que ocasiona la construcción no sostenible.
Otra gran consecuencia de los edificios que se construyen de manera convencional, es la utilización desmesurada de materiales de construcción provenientes de los recursos naturales; así como la degradación de paisajes naturales, vitales para una vida con satisfacción.
El calentamiento global es un tema serio que afecta nuestra vida y a todas las especies del planeta. El ser humano, en un intento de revertir los daños que ha causado a la naturaleza, ha creado el concepto de arquitectura verde y de los edificios sostenibles.
Si te interesa saber sobre este tema, aquí te mostraremos cómo este ayuda al planeta.
¿Qué son los edificios sostenibles?
Estas estructuras forman parte de la arquitectura sustentable o la arquitectura verde; posee varios nombres. No obstante, esta se encarga de diseñar estructuras y edificaciones que produzcan el menor impacto posible en el medio ambiente; aprovechando al máximo los recursos para evitar un malgasto de los mismos.
Los edificios sostenibles cumplen con ese propósito. Son aquellos en donde en su construcción se escogen y emplean materiales que contribuyan a la reducción del consumo energético, realizando estudios geográficos y ambientales para que con su estructura puedan aprovechar las fuentes de energía renovable para el funcionamiento de la calefacción, refrigeración o la iluminación.
El diseño de los edificios sostenibles es muy meticuloso; utilizando herramientas de diseño estructural o herramientas BIM, ya que dichos programas permiten la planificación, elaboración de la manufactura y la visualización de todo el ciclo de vida útil del edificio; para así garantizar su sustentabilidad dentro del medio ambiente y una sana convivencia con él.
Así mismo, también benefician la salud mental y física de las personas. Esto se logra ya que el empleo de materiales naturales y de gran eficiencia energética; se aprovecha la energía solar como una de sus principales fuente de energía. Esto ocasiona un mayor contacto con dicha luz natural; siendo algo muy positivo para la desinfección de espacios y para la salud y bienestar de los habitantes.
Según ciertos estudios, al utilizar estos edificios como centros de vivienda o de trabajo de oficina; las personas muestran un mejor ánimo y rendimiento laboral, además de una conciliación del sueño más rápida.
¿Cómo contribuyen a frenar el cambio climático?
La Global Alliance for Buildings and Construction especificó que el sector de la construcción produce un 39% de todas las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera; uno de los factores principales que ha producido y sigue provocando el cambio climático.
De igual forma, la elaboración de los materiales de construcción tradicionales también supone un fuerte impacto para el ambiente; generando residuos y emisiones tóxicas a la naturaleza. Y ante tal situación alarmante es que la arquitectura sustentable está tomando fuerza. Al emplear materiales y recursos ecológicos se ocasiona menos daño en la construcción.
Por otra parte, la creación de ventanas, ventanales, puertas, marcos o paredes con materiales compuestos; como PVC, fibra de vidrio o de carbono, permiten que la edificación absorba las energías naturales con mayor facilidad y las distribuya. Esto se traduce en un ahorro económico al minimizar el uso de la calefacción o una excesiva iluminación. Materiales con propiedades de resistencia y aislamiento térmico y acústico muy superiores a los convencionales. Así mismo, los diseños de estos edificios sostenibles y viviendas son muy atractivos y originales; por lo que la vistosidad y hermosura de las estructuras se maximiza.
Algunos de los materiales más sostenibles en el sector de la construcción son los siguientes:
Madera: La madera presenta beneficios considerables en aspectos como el aislamiento, permitiendo ahorrar elevados porcentajes en calefacción y/o aire acondicionado.
Corcho: Funciona muy bien como aislante térmico o acústico.
Barro Cocido: Es un material sostenible debido, entre otros aspectos, a su fácil reciclaje y la reutilización de los residuos producidos en su elaboración.
Bambú: Es resistente, ecológico y renovable y se puede emplear como sustituto de la madera. Su rápido crecimiento otorga una rápida recuperación a las zonas taladas.
Fibras de celulosa de papel reciclado: Su comportamiento es muy parecido a la madera, lo que hace que equilibre las temperaturas tanto en invierno como en verano. Además tiene un coeficiente de conductividad térmica pequeño y la energía necesaria para su fabricación es muy baja, no superando los 5 KWh/m3.
Pinturas naturales: Compuestas por aceites vegetales, óxidos de metales y derivados de origen vegetal o mineral. Al contrario de las pinturas plásticas tradicionales, no contienen compuestos orgánicos volátiles, formaldehído y metales pesados.
¿Qué es un Passivhaus?
Passivhaus se refiere a los edificios creados según rigurosas normas de diseño de eficiencia energética para que mantengan una temperatura casi constante. Los edificios Passivhaus están tan bien construidos, aislados y ventilados que retienen el calor del sol y de las actividades de sus ocupantes, requiriendo muy poca calefacción o refrigeración adicional.
El Instituto Passivhaus de Alemania desarrolló los principios de eficiencia energética de los edificios a raíz de un proyecto de investigación sobre las razones por las que los edificios de bajo consumo a menudo no cumplían con su potencial de ahorro energético.
La eco-arquitectura y sus beneficios se están expandiendo a nivel mundial, creando una concientización en las personas; que al elegir los edificios sostenibles ponen su granito de arena en esta lucha para sanar a nuestro planeta de un daño inmenso.
¡Únete al cambio!
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