El impacto de la moda rápida
El coste del fast fashion, el futuro de la ropa y del mundo en que vivimos.
Ir a la moda nunca ha sido más fácil. Las marcas de ropa low-cost permiten renovar continuamente nuestro armario a un precio menor que una cena con amigos. Actualmente, tenemos 5 veces más ropa en el armario que la que tenían nuestros abuelos, se produce un 400% más de ropa que hace 20 años, las tendencias cambian tan rápido que no podemos seguir el ritmo y seguimos comprando solo para estar a la moda.
Esta acumulación es posible gracias a una constante reducción de los costes de producción. Esto, a su vez, tiene graves consecuencias para nuestra salud, nuestro planeta y las condiciones de los trabajadores de la confección.
Esto es la moda rápida; La producción en masa de ropa barata y desechable. Las innumerables colecciones nuevas que salen cada año nos hacen sentir constantemente fuera de lugar y nos animan a seguir comprando más.
Impacto medioambiental de la moda
De acuerdo con un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a tres millones de barriles de petróleo. La industria de la moda también es una gran consumidora de agua, se utiliza una enorme cantidad de agua dulce para el proceso de teñido y acabado de toda nuestra ropa, se pueden necesitar hasta 200 toneladas de agua dulce por tonelada de tejido teñido.
La industria de la confección representa el 10% de las emisiones mundiales de carbono, genera una gran cantidad gases de efecto invernadero debido a la energía empleada durante su producción, fabricación y transporte de los millones de prendas que se compran cada año.
Las fibras sintéticas utilizadas en la mayoría de nuestras prendas se fabrican a partir de combustibles fósiles, por eso su producción necesita mucha más energía que la de las fibras naturales.
Usamos una prenda un promedio de 7 veces antes de ser desechada, generando así 35 kg de residuos textiles por persona, únicamente el 15% se recicla o se dona, y el resto va directamente al vertedero o se incinera.
Condiciones de los trabajadores
En los últimos años, y cada vez más, las condiciones de trabajo en las fábricas de ropa de todo el mundo han provocado una indignación generalizada. La mayoría de nuestra ropa se fabrica en países donde los derechos de los trabajadores son limitados o inexistentes.
Los trabajadores a menudo se ven obligados a trabajar de 14-16 horas al día para cumplir el plazo de las marcas de moda. Sus salarios básicos son tan mínimos que no pueden permitirse rechazar las horas extras, aparte de que muchos serían despedidos si se negaran a trabajarlas. En algunos casos, las horas extras ni siquiera se pagan y las condiciones del lugar de trabajo son muy desfavorables.
Además, 160 millones de niños en el mundo se ven obligados a trabajar. Dado que la industria de la moda requiere mano de obra poco cualificada, el trabajo infantil es especialmente frecuente en esta industria.
Garantizar un entorno laboral seguro y dar voz a los trabajadores de la confección tendría que ser una prioridad para la industria, pero la mayoría están siempre en busca de nuevas ubicaciones donde fabricar aun a menos coste.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Como consumidores, tenemos un gran papel en la lucha contra los efectos negativos de la moda cambiando nuestra forma de comprar, siendo consumidores más responsables con una visión más ética.
Comprar marcas de ropa éticas y sostenibles
Comprar con conciencia. ¿Realmente necesitamos esos pantalones nuevos?
Dar una segunda vida a la ropa que ya no usamos
Comprar de segunda mano
Pero, aunque la moda sostenible, la ropa de segunda mano y otras alternativas son cada vez más accesibles, la carga no debe recaer únicamente en los consumidores. Las empresas deben asumir la responsabilidad de sus actos y los gobiernos deben establecer normas que hagan responsable a la industria del daño que está causando.
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