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Foto del escritorMaria Cantó Martínez

Endurecimiento de las políticas de deportación en la UE: Una ofensiva liderada por Holanda y Austria

Un grupo de 17 países de la Unión Europea, encabezados por Holanda y Austria, ha lanzado una ofensiva para endurecer las políticas de deportación de migrantes, reclamando un “cambio de paradigma” en la gestión de los retornos. El documento que han presentado a la Comisión Europea, apoyado por estados como Francia, Alemania e Italia, aboga por una revisión de la Directiva de Retornos de 2008, considerando que la normativa actual es insuficiente para hacer frente al desafío migratorio que enfrenta Europa.


EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Este impulso para reforzar las deportaciones llega en un momento crucial, cuando el Pacto de Migración y Asilo, un ambicioso acuerdo que busca regular los flujos migratorios en la UE, aún no ha entrado en vigor. La preocupación de los países firmantes se centra en garantizar que las personas migrantes en situación irregular cumplan con una serie de "derechos y obligaciones".


El documento enfatiza que “la no cooperación debe tener consecuencias y ser sancionada”, lo que refleja una creciente presión para hacer cumplir las normas migratorias y aumentar la tasa de deportaciones.



El contexto europeo: de externalizar asilos a reforzar deportaciones

El debate sobre la migración en Europa ha evolucionado de manera significativa en los últimos años. La crisis migratoria de 2015, que llevó a millones de personas a buscar refugio en Europa, impulsó políticas más restrictivas y la búsqueda de soluciones externas para manejar el flujo de personas. Ejemplos de ello son el acuerdo del Reino Unido con Ruanda para externalizar los procesos de asilo o el reciente pacto entre Italia y Albania. Estas medidas han sido duramente criticadas por organizaciones de derechos humanos, que argumentan que externalizar los procedimientos de asilo viola los principios del derecho internacional.


Ahora, el enfoque se desplaza hacia la deportación de personas migrantes que no cumplen con los criterios para permanecer en la UE. La propuesta de los 17 países, que ha sumado rápidamente apoyos en el bloque comunitario, busca una “nueva base jurídica” que permita una mayor flexibilidad en los retornos. Entre las propuestas está la digitalización y la simplificación de los procedimientos para facilitar las deportaciones.



Crece la tensión migratoria en Europa

El aumento de los controles fronterizos y las políticas más restrictivas reflejan la creciente tensión migratoria en Europa. El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha amenazado con enviar buses llenos de migrantes a Bruselas, en una clara crítica a lo que él percibe como un fallo en las políticas europeas para gestionar los flujos migratorios. Mientras tanto, varios países de la UE, como Austria y Grecia, han endurecido los controles fronterizos, y el rechazo a la migración crece entre la población de muchos países europeos.


Los datos de Eurostat muestran un aumento del 22% en las deportaciones en 2022, en comparación con el año anterior, lo que indica que las políticas más duras ya están en marcha. Sin embargo, el desafío para la UE radica en encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos fundamentales y la necesidad de gestionar la migración de manera eficaz. Los gobiernos están presionados por una opinión pública cada vez más crítica con la llegada de migrantes, mientras que organizaciones de derechos humanos denuncian que las medidas propuestas podrían vulnerar los derechos de las personas migrantes.



Un pacto migratorio amenazado

El Pacto de Migración y Asilo, que aún no ha sido implementado, podría nacer ya amenazado por esta nueva ofensiva. La idea inicial del pacto era ofrecer un enfoque equilibrado, que permitiera tanto la solidaridad entre los países miembros de la UE como una gestión eficiente de los flujos migratorios. Sin embargo, la presión para reforzar las deportaciones y externalizar los procedimientos de asilo podría socavar los principios fundamentales del acuerdo, poniendo en riesgo su implementación efectiva.


Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, ha instado a la UE a acelerar la adopción del pacto, argumentando que la solución debe ser comunitaria. Al mismo tiempo, ha criticado a partidos dentro de su propio país por no cumplir con sus responsabilidades en la gestión de la migración, subrayando la necesidad de que la solidaridad europea se refleje también en las políticas nacionales.



Los retos para la Unión Europea

La crisis migratoria ha dejado al descubierto las profundas divisiones dentro de la UE en torno a la gestión de la migración. Países como Hungría y Polonia se han resistido a aceptar cuotas de migrantes, mientras que otros, como Grecia e Italia, se han visto abrumados por la llegada de personas a sus costas. Las propuestas de endurecimiento de las deportaciones, aunque cuentan con el respaldo de una mayoría de estados miembros, también han generado críticas por parte de sectores que consideran que estas medidas no abordan las causas estructurales de la migración, como la pobreza, los conflictos y el cambio climático.


El futuro del Pacto de Migración y Asilo es incierto. Mientras los líderes europeos negocian un acuerdo que pueda satisfacer a todos los países miembros, la situación en las fronteras de la UE sigue siendo crítica. Las organizaciones de derechos humanos advierten que las políticas más duras podrían conducir a violaciones de los derechos fundamentales de las personas migrantes, mientras que los gobiernos europeos enfrentan una creciente presión interna para reducir la migración irregular.


El debate sobre la migración en Europa está lejos de resolverse, y las próximas semanas serán cruciales para definir si la UE opta por un enfoque más humanitario o continúa en la senda del endurecimiento de las políticas de deportación y control fronterizo.

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