La agricultura de carbono: la alternativa
En los últimos años, estudios han demostrado que la agricultura es la actividad responsable de expulsar a la atmósfera al menos el 13% de los gases invernaderos. Sin embargo, existen en la actualidad, propuestas para que haya una reducción considerable de la huella de carbono en la industria agrícola.
La agricultura como un ciclo
Se estima que la agricultura moderna tiene entre un 25% y un 30% de impacto sobre la emisión de gases del efecto invernadero. Pero la agricultura sostenible y de precisión reduce este porcentaje. Entre las principales actividades que los seres humanos utilizan para la agricultura se encuentran: la deforestación, los incendios, la mala gestión de los recursos hídricos, hacen que esta actividad sufra las consecuencias de las emisiones.
La agricultura moderna es responsable del vertido de grandes cantidades de agroquímicos, materia orgánica, sedimentos y sales tanto en la tierra como en las principales fuentes de agua.
Entre otros daños que causa el modelo de agricultura moderno se encuentran:
El trabajo del suelo influye en la dinámica de la materia orgánica ya que cambia las condiciones de humedad y temperatura del suelo y ,a su vez, incorpora los residuos y rompe de forma periódica la estructura del suelo.
Los métodos de riego de los cultivos influye en el flujo de CO2 en la tierra, provocando que ante una disminución en las cantidades de agua aportada a los mismos disminuyen las tasas de CO2 del suelo, lo que mitiga el calentamiento global.
¿Qué es el cultivo de carbono?
La agricultura de carbono tiene una propuesta para remediar el daño descrito anteriormente. Y esta alternativa se encuentra en un ciclo agrícola donde se ha descubierto que la plantación de bosques y contenido de material orgánico en áreas cultivadas puede ayudar al crecimiento de las plantas, aumentar el contenido total de carbono, mejorar la capacidad de retención de agua del suelo y reducir el uso de fertilizantes.
La evidencia de que el suelo es un gran sumidero de carbono ha llevado a muchas personas a querer desarrollar una forma de cultivar suelos ricos en carbono. La Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. estima que se pueden capturar al menos 3.000 toneladas de carbono en el suelo mediante métodos adecuados para este propósito.
Para ello, el método la agricultura de carbono propone que los suelos sean cultivados por métodos de cobertura. Esto quiere decir, que puedan ser cubiertos por sembradíos de bosques plantas que ayuden a la retención del carbono.
La agricultura de precisión puede ayudar a reducir la huella del carbono mejorando la materia orgánica del suelo y reteniendo el carbono orgánico del suelo. Algunos rasgos positivos de la agricultura de carbono incluyen:
Aumenta las zonas agrícolas sostenibles
Comporta la elaboración de mapas del suelo para tener un registro de su composición para así determinar los nutrientes restantes necesarios
Reducen el uso de fertilizantes químicos, sulfatos y nitratos
El control y prevención de enfermedades se lleva a cabo mediante controles de humedad y temperatura.
Se incluyen drones e imágenes satelitales que indican las necesidades de cada cultivo y pueden prevenir de la aparición de plagas.
Un mercado más orgánico
Hoy en día, muchas personas buscan opciones de consumo ecológicas y la agricultura de carbono proporciona a los consumidores un proceso que regenera la tierra y el planeta, concienciando así, sobre la capacidad de cambiar los hábitos de consumo.
Los cultivos de carbono ofrecen un mayor compromiso medioambiental, así como la participación en la meta de reducir el impacto de los gases de efecto invernadero en el sector agrícola.
Una propuesta con camino por recorrer
Aunque hay evidencia científica que comprueba la relación la agricultura de carbono con la retención de este, todavía no existen grandes extensiones de cultivos que estén llevando adelante esta práctica.
Las razones varían, y es que los agricultores apenas están iniciando a conocer la propuesta de la agricultura de carbono. Además, algunos de los agricultores que ya empezaron a experimentar con los métodos para sembrar el carbono, han dado cuenta que se generan sobrecostos en todo el sistema de las siembras.
Se espera que para el 2050, los métodos de agricultura con carbono y de regeneración puedan estar instalados en la sociedad y reemplazando al sistema moderno de agricultura, favoreciendo así a la lucha climática.
¡Únete al cambio!
muy bien especificado , creo nos conciliaremos , haremos un planeta más habitable , con vuestro trabajo .