La COP28: ¿oportunidad o desilusión?
En un mundo en el que las crisis climáticas son cada vez más evidentes, la COP28 se enfrenta a una gran responsabilidad: ¿realmente las decisiones tomadas aquí abrirán la puerta a un futuro sostenible o las incongruencias y ambigüedades llevarán a un estancamiento?
A medida que líderes y delegados de todo el mundo convergen en Dubai, la vigesimoctava Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) ha desatado expectativas y cuestionamientos.
La designación de este año como "COP Alimentaria" muestra un avance importante hacia la inclusión de los sistemas alimentarios en las discusiones sobre el cambio climático. No obstante, la presencia notable de los grandes actores de la industria agropecuaria genera interrogantes sobre la verdadera dirección de las conversaciones. Las soluciones propuestas se enfocan en estrategias que no contradicen el modelo de agricultura y ganadería industrial, mientras se solicita una transición justa. Parece que el poder de las corporaciones deja en segundo plano a los pequeños agricultores, pescadores y pueblos indígenas, quienes son esenciales para una transición equitativa.
Una vez más, se ha descubierto la estrategia de "multipartidismo" en la que las empresas tienen un papel en la toma de decisiones climáticas. La COP28 se ve afectada por la presencia de intereses económicos que podrían impedir la implementación de acciones específicas. ¿Se está dando más importancia a la acción climática real o se están permitiendo historias comerciales que buscan escapar de regulaciones más rigurosas?
Es positivo que España se comprometa con la Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas (BOGA), sin embargo, existe inquietud por la falta de claridad en el documento de la COP28 en relación con el tema del petróleo y el gas. La falta de referencias específicas a estos combustibles fósiles deja un vacío en las intenciones climáticas. ¿Se está evitando comprometerse con la reducción progresiva de los combustibles fósiles? Las interpretaciones imprecisas podrían obstaculizar la acción climática y socavar el impacto de compromisos aparentemente beneficiosos.
La falta de certeza sobre la disminución de todos los combustibles fósiles, según el científico Joeri Rogelj, genera inquietudes importantes. La COP28 se enfrenta a la tarea de emitir una declaración precisa sobre el futuro de los combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas. El hecho de que solo se elimine la generación de energía con carbón sin reducción plantea interrogantes sobre la compatibilidad con un futuro reducido en carbono. ¿Las ambigüedades políticas están oscureciendo la ciencia? La falta de definiciones precisas podría permitir interpretaciones imprecisas que puedan ser perjudiciales para el cambio climático.
Las manifestaciones de activistas enfatizan la importancia de llevar a cabo medidas climáticas más valientes y transparentes. La COP28 está rodeada por más de 2,400 grupos de presión, sin embargo, existe una preocupación por la presencia de personas que intentan debilitar el Acuerdo de París en lugar de fortalecerlo. La crítica surge sobre la analogía de invitar a la industria tabacalera a una conferencia sobre el cáncer de pulmón: ¿se está permitiendo que los que se oponen a los objetivos climáticos influyan en las decisiones?
El Informe sobre la Brecha de Emisiones del PNUMA de 2023 ha debilitado las expectativas de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius. Según las proyecciones, la temperatura aumentará entre 2,5 y 2,9 grados Celsius. Una pregunta ineludible es si las conversaciones en la COP28 están realmente abordando la magnitud del desafío que enfrentamos debido a este desajuste entre los objetivos del Acuerdo de París y la realidad.
Un informe reciente de Oxfam revela una verdad incómoda: el 10% más rico del mundo es responsable del 50% de las emisiones de carbono, mientras que la mitad de las personas más pobres del mundo contribuye solo con el 7%. Aunque son las menos emisoras, son las que más sufren. Este desequilibrio plantea interrogantes importantes en relación con la cooperación global y la importancia de eliminar gradualmente los combustibles fósiles. ¿Se están abordando adecuadamente la desigualdad climática y los riesgos que enfrentan los países más pobres durante las negociaciones?
El enfoque en los "déficits" de financiación en la COP28 está siendo revisado de manera crítica. Además de la falta de fondos, lo que realmente existe es una asignación inadecuada y percepciones de riesgo y rentabilidad que no están actualizadas. Desde el Acuerdo de París, los 60 principales bancos del mundo han invertido 5,5 billones de dólares en la industria de combustibles fósiles, un hecho que va en contra de la crisis climática. ¿Se están enfrentando las verdaderas desigualdades financieras y se están obstaculizando las inversiones que tienen un impacto negativo en el medio ambiente?
Aunque la COP28 se centra en la transición energética y la adaptación, las propuestas y políticas deben ir más allá de las palabras vacías. La creación de un fondo para pérdidas y daños en la COP27 es un avance significativo, sin embargo, existen dudas sobre qué países pueden obtener ayuda financiera y no hay ejemplos concretos. Lo cierto es que no parece que se estén estableciendo estructuras sólidas para una transición justa tanto a nivel global como nacional, sino que las palabras grandilocuentes se convertirán en acciones concretas.
En un mundo en el que las consecuencias de la crisis climática son cada vez más evidentes, la COP28 tiene una responsabilidad significativa. ¿Realmente las decisiones tomadas en este lugar abrirán la puerta a un futuro sostenible, o las incongruencias y dudas llevarán a un estancamiento? Cada decisión tomada en Dubai tendrá un impacto significativo en las próximas décadas debido a su importancia y urgencia. La esperanza radica en que la COP28 deje un legado de acciones climáticas reales, no solo palabras, más allá de los titulares y las promesas.
Aunque la COP28 se presenta como una ocasión crucial, las incongruencias y las tácticas comerciales cuestionables generan incertidumbre sobre la verdadera intención detrás de las negociaciones. Mientras el mundo espera que esta conferencia marque un cambio significativo en la dirección de la acción climática global, las necesidades de decisiones claras, basadas en la ciencia y no en intereses particulares, se vuelven más urgentes que nunca.
コメント