La nueva Ley de Residuos 2022
La nueva Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, trae nuevos requisitos para la industria del plástico, en particular aplicable a los envases, así como también la instauración definitiva del impuesto a los envases de plástico no reutilizables, 'corta las alas' a la comercialización y el consumo de plásticos de un solo uso.
Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, celebro el 31 de marzo la aprobación del proyecto de Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. “Damos un paso adelante en la modernización y en la circularidad de nuestra economía, en la capacidad de diseñar mejor las cosas para generar menos residuos y gestionar mejor los generados de forma que se recuperen sus materiales y nos permita volver a utilizarlos en la nueva cadena de producción. También damos un paso adelante en la lucha contra la invasión del plástico”, ha señalado la vicepresidenta.
Nuestro país tiene un problema con sus residuos y una baja tasa de reciclaje. Según Eurostat, la tasa de reciclaje estipulada por Bruselas tenía que ser del 50% para 2020 y alcanzamos únicamente el 36%. Las próximas metas a alcanzar quedan muy lejos si no actuamos a tiempo: 55% en 2025, 60% en 2030 y 65% en 2035, y del objetivo de vertido máximo del 10% en 2035.
Uno de principales puntos es la prohibición de la comercialización de plásticos de un solo uso, como pajitas, bastoncillos de algodón que contengan plástico o los recipientes de bebidas hechos de poliestireno expandido. En cuanto a la venta a granel, la norma establece que en los supermercados de más de 400 metros destinen el 20% de su superficie a la venta de productos sin embalaje.
Los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y alimentos cocinados deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables y las administraciones deberán fomentar el uso del agua no embotellada a través de la instalación de más fuentes, y la hostelería y restauración deberán servir agua no embotellada de forma gratuita.
Estas normas afectan a todos los actores de la sociedad, en especial a las empresas, la Ley hace una apuesta por distintas alternativas. Estas medidas van desde la reducción, la sensibilización, el marcado y el ecodiseño hasta la utilización de instrumentos económicos como la responsabilidad ampliada del productor, llegando incluso a la restricción para determinados productos de plástico como cubiertos, platos o pajitas, entre otros.
Además, se introduce también un impuesto estatal a los envases de plástico no reutilizables para avanzar en prevención y en la reducción de su uso en el territorio español, impulsando así las primeras opciones de la jerarquía de residuos.
“Todo esto cambia y moderniza cadenas de producción, pero además nos implica como consumidores a la hora de identificar y descartar aquellas prácticas más lesivas para el medio ambiente, como puede ser el sobre envasado de bienes y productos”, ha subrayado también Ribera.
Actualmente, son muchas las empresas que están realizando acciones sostenibles enfocadas en la Agenda 2030. Ahora también es nuestro turno para aportar nuestro granito de arena haciendo cambios en nuestro consumo y forma de vida.
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